Cuando un país emprende un nuevo relanzamiento se encuentra frente a la disyuntiva de ceder o no frente a la tecnología y los avances... Estos no siempre vienen tan sanos como suenan, y hay miles de intereses bajo la mesa, que hacen que estas se vuelvan muy perjudiciales para los habitantes directamente involucrados. Las concesiones mineras o forestales o de cualquier índole siempre fueron aprovechadas por grupos minúsculos en perjuicio de las grandes mayorias. En el Perú esto no es una novedad y en la actualidad estamos viviendo esta realidad en diferentes departamentos quienes, frente a los resultados negativos en otros lugares se han levantado para protestar e impedir que las empresas se posicionen de los lugares que les fueron concesionados.
El Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico del Perú (Ingemmet) informó que en enero pasado se entregaron 241 concesiones bajo el decreto legislativo N° 708, que contiene la ley de Promoción de Inversiones en el Sector Minero. Para ver este tema de manera específica:
En la región de Amazonas se dio una concesión minera en enero; en Áncash se entregaron 15 concesiones; y en Apurimac tres concesiones fueron aceptadas. En Arequipa se realizaron 56 concesiones y fue la zona con mayor cantidad obtenida en enero de 2011. La provincia de Ayacucho obtuvo 18 concesiones y en Cajamarca hubo 13. En Cusco se entregaron dos concesiones, en Huancavelica, cinco; en Huánuco, cinco; y en Ica, cinco. Junín registró diez concesiones; otras ocho se dieron en La Libertad; cuatro en Lambayeque; y 19 en Lima. También se entregaron concesiones en las provincias de: Madre de Dios (una), Moquegua (23), Pasco (una), Piura (cuatro), Puno (17), Tacna (30) y dos en el dominio marítimo.
Nadie en su sano y claro juicio puede decir que es malo para un país que haya inversión, pero que sucede cuando esta inversión esta amañada y es perjudicial y no hay compromiso real con el medio ambiente y el respeto a las comunidades y población que reside en los lugares concecionados. Entonces se ven solo intereses monetarios, no hay compromiso social, no hay compromiso medioambiental, no hay respeto por la cultura y tradiciones de los pobladores, no se protege las fuentes de agua y por el contrario se termina contaminando las pocas fuentes de agua pura que tenemos. Ya se han visto casos desastrosos en nuestra selva, donde recientemente han habido derrames de crudo de petróleo, mineras que dejaron "accidentalmente" salir cantidades de líquidos sin tratamiento, producto de procesos químicos en la minería y fueron a mezclarse con las aguas de los ríos, matando una ingente cantidad de seres y dañando casi de por vida su ecosistema y equilibrio que para los que no lo sepan, tarda cientos de años en formarse.
Deseamos y necesitamos inversión, pero con inclusión y con consulta previa a los pueblos que cederán sus riquezas. Es muy alentador que en nuestro congreso se haya aprobado por unanimidad la ley que obliga a realizar una consulta previa a los pueblos antes de proceder a conceder recuersos para su explotación, pero aún falta mucho, tambien se debe regular de manera clara, cuales son las ganancias y que parte de estas le corresponde a los pueblos y al país.
Ya hemos visto demasiadas concesiones, practicamente regalos, para luego tener que estirar la mano como mendigos pidiendo una propina por lo que es nuestro, esa época debe quedar atrás y debemos tomar conciencia que el intercambio de recursos y dinero debe ser JUSTO. Justo para el que los explota, porque invierte su capital y merece ganar, como en todo negocio. Justo para el pueblo que cede, puesto que los recursos le pertenecen y deben recibir el justiprecio por ello, además de beneficios en trabajo, salud, cultura, vivienda y lo más importante, transferencia tecnológica para los jóvenes y vida digna para su población.